Mi salsa boloñesa ha encandilado totalmente a mis amigos italianos que viven en el hogar del "Bolo" (cerca de Bolonia, la capital no oficial de la salsa boloñesa) - así que no hay mayor elogio para mí
- 1 cebolla grande
- 1 ajo chino
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- 500 g de carne picada mixta (cerdo/carne de vacuno o cordero/carne de vacuno)
- 1 lata grande de tomates San Marzano pelados o tomates cherry (también en conserva)
- 6 cucharadas de puré de tomate triple concentrado
- 2 zanahorias
- 4 cucharadas de azúcar
- 1 cucharada de sal gema
- 1 cucharadita de pimienta negra de molinillo
- 1-2 guindillas secas (si le gusta el picante)
- 2 cucharadas de orégano seco
- 1 cucharadita de romero seco
- 100 ml de agua
- 60 ml de vino tinto seco
Preparación:
Cortar la cebolla y el ajo en dados pequeños, reservar la mitad del ajo.
Calentar el aceite en una sartén grande de hierro y freír la cebolla y la mitad del ajo a fuego medio.
Subir el fuego y freír la carne picada de forma bastante agresiva para que salgan pocos jugos. La carne debe quedar bien dorada para que adquiera un agradable sabor a asado.
Añada ahora los tomates San Marzano y el puré de tomate y remuévalo todo bien.
Añada la segunda mitad del ajo, las especias (sal, pimienta, romero y azúcar) y las zanahorias cortadas en dados muy pequeños.
Añadir el vino (omitir si se cocina para niños).
Triturar el orégano entre las manos e incorporarlo.
Cocer la salsa a fuego lento durante al menos 30 minutos. Añadir un poco de agua de vez en cuando y dejar que se evapore de nuevo.
Sazonar de nuevo al gusto con sal y azúcar (no hay que tener miedo al azúcar, los tomates lo aguantan bien ya que realza perfectamente su sabor).
Servir con Parmigiano Reggiano rallado y chapata.